La juventud se enfrenta a la paradoja de la era digital

La vida en la ciudad, con su frenético ritmo y su constante movimiento, puede parecer estimulante y llena de oportunidades.

Sin embargo, debajo de la superficie de la agitación urbana, un gran porcentaje de la gente joven experimenta una soledad abrumadora y no deseada. A pesar de rodearse de muchas personas y de tener acceso a una red de contactos virtuales, la soledad persiste. Es la paradoja de estar solo o sola a pesar de la hiperconexión.

En la era de las redes sociales y la tecnología, nunca ha sido tan fácil conectarse con todo tipo de amistades.

Conexión virtual versus conexión real

Pero, esta aparente hiperconexión a menudo se traduce en relaciones superficiales y en una falta de conexiones significativas. La población joven puede sentirse atrapada en un mundo virtual donde la cantidad de seguidores/as parece medir su valía, pero en realidad, carecen de relaciones profundas en la vida real. Esta desconexión entre la vida en línea y la vida real es una de las causas de la soledad no deseada en la juventud de las ciudades.

La vida moderna ha llevado a una disminución en la interacción cara a cara. En lugar de reunirse con amistades o familiares, muchas personas prefieren comunicarse a través de mensajes de texto. Esto ha llevado a una disminución en la habilidad para establecer relaciones en persona y a menudo provoca sentimientos de aislamiento. Gran parte de la juventud de hoy en día reconoce sentir cierta incomodidad al tener que conversar en persona, mirando a los ojos a quien tiene enfrente.

Prefieren enviar mensajes de audio antes que hablar en tiempo real. Entre las causas aducen timidez, falta de costumbre y tener que salir de su zona de confort.

Por otra parte, en las etapas de adolescencia y juventud, las expectativas sociales pueden ser abrumadoras. Dada la presión por encajar, tener éxito y mantener una buena imagen, sienten que no pueden compartir sus preocupaciones o fracasos con las personas de su entorno, lo que puede provocar falta de apoyo emocional y por tanto intensificar la soledad.

Cómo prevenir la Soledad No Deseada en la juventud

La soledad no deseada no es un problema trivial, puede llevar a consecuencias serias y por tanto es conveniente prevenir este sentimiento de aislamiento y promover una vida más plena y conectada en el mundo urbano.

Cómo mantener a raya a la soledad no deseada

• Fomentar las relaciones cara a cara: es importante dedicar tiempo a interactuar en persona. Ejercitarse en la conversación, aunque cueste, por la pérdida de costumbre.
• Organizar o participar en encuentros, actividades grupales y cenas que ayuden a fortalecer las conexiones.
• Limitar el tiempo en las redes sociales: aunque pueden ser útiles, es crucial establecer límites y evitar la comparación constante. En lugar de buscar validación en línea, busquemos la satisfacción en nuestras relaciones reales.
• Buscar apoyo emocional: compartir preocupaciones y fracasos con amistades cercanas o con profesionales de la salud mental si es necesario.
• Desarrollar intereses y pasatiempos: buscar aficiones que nos ilusionen puede ayudar a conectarnos con personas afines.
• Ser consciente de las expectativas sociales: reconocer que nadie es perfecto y no compararse con el resto de las personas. Buscar relaciones basadas en la autenticidad.

 

Podemos prevenir este sentimiento de aislamiento tomando medidas para fomentar relaciones significativas, limitar el uso de las redes sociales y buscar apoyo emocional.

En todos los distritos de Madrid, los Centros Municipales de Salud comunitaria despliegan cada mes una gran cantidad de actividades diversas para mantener a raya a la soledad no deseada. El Centro Joven, situado en Navas de Tolosa, 10 acoge encuentros gratuitos para que toda persona entre 14 y 24 años pueda sentirse acompañada.

 

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