Arte es Vida

Una actividad que tiene como objetivo principal promover la interacción social para prevenir la soledad no deseada, brinda a su vez a quienes asisten la oportunidad de explorar juntos el patrimonio artístico de los museos.

«Cansada de hablar de artrosis y colesterol, ¡necesitaba hablar de Dalí!» Esta fue la entusiasmada reacción de Carmina, de 76 años, una de las participantes en el proyecto Arte es Vida, al salir de una de las visitas al museo junto con sus compañeras de grupo.

Aunque ya hemos hablado de Arte es Vida en este blog, os recordamos que se trata de un proyecto de colaboración entre Madrid Salud y la Universidad Complutense de Madrid, respaldado por el Programa municipal de Envejecimiento Activo y Saludable. Su actividad principal es organizar visitas culturales a museos con dos propósitos clave: fomentar la interacción social entre los participantes y enriquecer su bagaje cultural.

Arte es Vida comenzó el año pasado como una iniciativa participativa e intergeneracional para fortalecer los lazos comunitarios y cultivar la apreciación del arte y la cultura. Los actores fundamentales del proyecto son, por un lado, un equipo de estudiantes de la UCM (especialmente de Geografía e Historia y Comunicación) y, por otro, los grupos de personas visitantes que forman parte del Proyecto de Prevención de la Soledad No Deseada.

Los/as estudiantes universitarios/as se encargan de preparar dosieres informativos sobre obras específicas de museos como el Reina Sofía y el Museo de Arte Contemporáneo en el Centro Cultural Conde Duque. Después, durante las visitas toman el rol de guías, recorriendo las distintas secciones de los museos y compartiendo información sobre las obras seleccionadas y quien las ha realizado.

Las visitas se realizan en grupos reducidos, cada uno acompañado por una pareja de estudiantes. Cada grupo sigue un recorrido específico por varias secciones de los museos, lo que permite una experiencia variada para adaptarse mejor a los intereses de más participantes. Los/las estudiantes demuestran su conocimiento sobre las obras expuestas, proporcionando información detallada y responden a las preguntas y dudas de quienes muestran gran atención y agradecimiento. Utilizan un lenguaje accesible para garantizar que se pueda disfrutar y comprender plenamente las piezas artísticas.

El año pasado se realizaron un total de cuatro visitas guiadas dirigidas a personas mayores de 65 años. En este nuevo ciclo, que ya ha contemplado dos visitas con otras dos en programación, también se amplía para personas adultas, no necesariamente mayores de 65. La respuesta hasta la fecha ha sido muy positiva. Destacan la calidad de la organización, la amabilidad de quienes la realizan la oportunidad de compartir esta experiencia cultural con personas de diferentes edades. La mayoría expresa su deseo de participar en actividades similares en el futuro.

Esta respuesta tan positiva ha llevado al proyecto a dar un paso más. Este año ha comenzado una nueva fase en la que las personas que antes fueron visitantes ahora se convierten en guías para nuevos grupos. Ya se están llevando a cabo formaciones y programaciones para esta emocionante etapa que es vista como un reto motivador.»

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